Por qué votaré a favor del NO
Quienes han seguido de cerca
mis esporádicas opiniones sobre la gestión de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán,
han podido apreciar mi rechazo, generalmente bajo la ironía y la burla, hacia
su gestión. Ciertamente, no considero que
la actual gestión municipal se haya caracterizado por la eficiencia. Creo que
frente a las acuciantes necesidades de la ciudad se debió actuar con mayor
diligencia y efectividad. Sin embargo, en esta oportunidad, mostraré por qué
creo, con la misma firmeza, que la opción más adecuada es la del NO a la revocatoria
de la gestión edil.
Esta elección no pone
simplemente a una gestión a prueba; sino fundamentalmente, a una forma de hacer
política en el Perú. Lo que suceda este 17 de marzo va a mostrar la
consistencia moral de los ciudadanos de la ciudad.
Si bien es cierto que la
gestión de Susana Villarán se ha caracterizado por la falta de eficiencia,
también lo es que ha estado alejada de esa vieja tradición política peruana
caracterizada por la corrupción generalizada y la descomposición institucional.
Susana Villarán, en estos momentos, encarna la negación a los podridos métodos
de hacer política en el Perú. No es un problema de izquierdas o derechas sino
un asunto de moralidad e inmoralidad en la política peruana. El NO, en éstos
momentos, representa la negación a esas viejas formas de hacer política, más
parecidas a las utilizadas por las mafias que a las utilizadas por quienes
quieren contribuir con el desarrollo del país.
Lamentablemente, en el Perú, la caída del Fujimori no conllevó el fin de la cultura política que incentivó ese gobierno. El Fuji-montesinismo sigue vivo
y vigente en el Perú. Permanece incólume bajo el rostro de nuevos y viejos personajes, con un nuevo
ropaje que busca encubrir los ya conocidos y sucios métodos de apropiación del poder. La
institucionalidad permanece desplazada, sigue estando arrinconada por la
mentira y la “guerra sucia”. Estos viejos métodos que Fujimori llevó al extremo
en el Perú fructifican en un terreno bien abonado, caracterizado por un arribismo exacerbado y por una falta de
conciencia moral que ha llevado a nuestro país a una descomposición
institucional que constituye, actualmente, uno de los lastres más pesados de
superar para alcanzar el desarrollo.
La cara visible de la revocatoria,
el Sr. Marco Tulio Gutiérrez, responde a intereses políticos y económicos que
tratan de ocultarse tras su imagen de ciudadano pretendidamente preocupado por
el futuro de la ciudad. Sabemos quienes son aquellos que se ocultan detrás de su
nombre. Tanto los que quieren retornar al poder en la
ciudad, como aquellos oportunistas que consideran que éste retorno es
importante de cara a la elección presidencial del 2016. Son personajes
cuestionados por escándalos de corrupción. El Sr. Marco Tulio Gutiérrez, oscuro
y hasta el momento desconocido personaje, beneficiado con jugosas contrataciones
durante la gestión edil anterior, se presenta ante la ciudadanía como un vecino
desinteresado y exclusivamente preocupado por la ciudad.
Como limeño, vecino de ésta
ciudad y ciudadano que comprende el lastre que algunos de los personajes que están
detrás del SI le han provocado al país; pero sobre todo, como persona consciente
de que la ciudad está frente a un dilema fundamentalmente moral, que va mucho
más allá del que se apoye o no a la gestión de la alcaldesa, quiero expresar
que en estos momentos que el No representa el rechazo a los viejos y corrompidos
métodos de hacer política corrupta en el Perú; mientras que el SI expresa el
apoyo a éstos métodos y formas de hacer política. Votar por el SI es el mejor
premio y tributo que les podemos ofrecer a los corruptos en éste país y
constituiría un claro mensaje a los políticos de hoy y del mañana para que no se
enfrenten a la corrupción, porque sino serán destruidos políticamente y serán víctimas
de un cargamontón mediático.
El argumento de que la
salida de Villarán pondrá en marcha a Lima es, ciertamente, una falacia
insostenible. Una nueva elección con un nuevo alcalde que solo gobernaría la
ciudad por el corto lapso de un año pondría a Lima en una situación de paralización
hasta la elección de un nuevo alcalde. No
invocaré a que alguien vote a favor del NO, solo expongo estas ideas con el fin
de contribuir a que cada ciudadano emita un voto consciente con respecto a las
implicancias de su elección.
Comentarios
Pienso que de apoyar la revocatoria se marcaría un precedente en la política del Perú, precedente que sería aprovechado por personajes corruptos, siempre uno más que otro.
Los que hoy podrían entrar mañana serían expulsados. Dicen con 'cucharada de su propia medicina'.