Ética empresarial y ventajas competitivas

El desafío ético en la empresa

Las organizaciones empresariales modernas están cada vez más interesadas en desarrollar prácticas éticamente aceptables. Esto ha ido aparejado a cada vez una mayor preocupación, por parte de la sociedad, por los temas relacionados a la conducta ética de las empresas ( Cortina: 1998)

La ética empresarial es una de las ramas de la ética aplicada que tiene como fin establecer los parámetros normativos de índole moral conducentes a determinar que prácticas empresariales son aceptables y cuáles no lo son. La importancia de determinar y esclarecer el ámbito normativo en la empresa ha sido destacado por Fernando Savater (1998), quien nos plantea que si  alguna institución social refleja adecuadamente los conflictos, los valores, las culturas y los problemas de una sociedad en un determinado tiempo histórico, ésa es la empresa. Sostiene acertadamente que “en su concreción convergen todas las tensiones de la producción social”. Por ello, para el filósofo español, es de un enorme interés preguntar por su grado de “eticidad”, por la realidad de la ética empresarial.[i]

Adela Cortina (1998; 89), por su parte nos plantea que: “la ética empresarial consistiría, por tanto, en el descubrimiento y la aplicación de los valores y normas compartidas por una sociedad pluralista —valores que componen una ética cívica— al ámbito peculiar de la empresa, lo cual requiere entenderla según un modelo comunitario, pero siempre empapado de postconvencionalismo” [ii]
Diversos investigadores sostienen que las empresas éticas deben desarrollarse según los siguiente parámetros: prácticas de acuerdo a los valores de la empresa, construir valores compartidos entre todos sus miembros, garantizar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa: accionistas, directivos, empleados, proveedores y clientes y garantizar la responsabilidad social.
Empresa y sociedad
Las organizaciones empresariales, como consecuencia de sus procesos productivos, generan un impacto económico, social y ambiental. Históricamente estos pasivos generados como consecuencia del desarrollo de una actividad económica no han sido asumidos por las empresas sino por el resto de la sociedad.
El paulatino y creciente interés por parte de la sociedad con respecto a las prácticas que desarrollan las empresas ha llevado a que el conflicto potencial entre las organizaciones y la sociedad de acreciente. La sociedad ha empezado a percibir más claramente que está asumiendo un conjunto de pasivos económicos, sociales y ambientales como consecuencia de la actividad económica. Los estados, frente a esta situación, han normado legalmente tanto parámetros para la actividad económica como sanciones de índole civil, penal y administrativa para las empresas infractoras.
Frente a ello, las empresas han empezado a percibir claramente que las prácticas anti-éticas conducen a su descrédito, reducen su prestigio y acaban finalmente con si credibilidad y permanencia en el mercado ( Cortina: 1998).
La escuela de negocios de Harvard, entre muchas otras, ha empezado, desde los años 80´s, a implementar programas de formación de alta gerencia basados en la formación en ética empresarial. La experiencia de Harvard se encuentra resumida en el libro Can Ethics be Taught?Perspectives, Challenges, and Approaches at Harvard Business School (1993). El texto muestra la evolución, la estrategia y la implementación del programa de Liderazgo, Ética y Responsabilidad Corporativa en la Harvard Business School. Lo más importante es la estrategia del programa en sí para hallar el enfoque y los contenidos apropiados de los cursos de ética dentro del currículo de la profesión gerencial (MBA).De acuerdo al enfoque de la universidad de Harvard, la educación de los hombres de negocios tiene que ver no sólo con competencia, sino también con responsabilidad; no sólo con habilidades, sino también con actitudes. Plantean que las facultades de Administración deben desarrollar en sus graduados un sentido de responsabilidad social y uno de ética de los negocios.[iii]
Ética y ventajas competitivas
Actualmente está aceptado que la ética empresarial es una de las formas más confiables a través de las cuales las organizaciones son capaces de mejorar su capacidad competitiva. Las prácticas éticas les puedes permitir a las organizaciones atraer clientes y personal de alto nivel.
Según Ortiz Ibarz, José (1995), El comportamiento ético en las empresas representa una clara ventaja competitiva para las empresas.[iv] Las conductas éticas agregan valor a las organizaciones y a los bienes y servicios que éstas producen, beneficiando sustancialmente a la economía y la sociedad.

No hay forma de mejorar las ventajas competitivas si no se alcanza el liderazgo ético. En éste sentido Pérez López, Juan Antonio u otros (1998) Nos plantea las preguntas: ¿Es incompatible la ética y el humanismo con la dirección empresarial? ¿El mundo de la empresa está destinado a personas que tienen que olvidar sus principios éticos, pues de no hacerlo fracasarían? Frente a ello nos plantea la idea de que la ética no es incompatible con el éxito en el mundo de la empresa, además de permitirnos desarrollar un verdadero liderazgo. Los conceptos que ofrecen un enfoque humanista y ético de la empresa permiten conocer mejor los anhelos y motivaciones de las personas que trabajan en ella, sus debilidades y virtudes, y esto ayuda a dirigirlas mejor.[v]

En los últimos años se ha producido un significativo avance en la creación de mecanismos que permitan la integración de la ética con las prácticas empresariales. Al respecto Bernardo Kliksberg (2011)  nos plantea lo siguiente:
“Asimismo se observa que la RSE aumenta la competitividad de la empresa y que las empresas que apoyan el trabajo voluntario de su personal tienen mejor productividad, porque el personal se identifica más con ellas. A esto se suma un dato que no entra en los análisis económicos convencionales: la votación de los mercados. En los Estados Unidos se estima que hay 50 millones de consumidores que prefieren comprar productos que responden a "un estilo de vida sano y tolerable". Mueven un mercado de 230.000 millones de dólares”.[vi]

Es menester advertir que las prácticas éticas, por parte de las organizaciones no sólo son  éticamente aceptables; sino además son rentables económicamente, además de asegurar la permanencia de las empresas en el mercado a largo plazo.

Conclusión
Las prácticas éticas se han convertido en un componente importante del desarrollo organizacional. En éste sentido, la preocupación de la sociedad con respecto a la conducta ética en las empresas y la cada vez mayor competitividad imponen a las empresas la necesidad de plantearse y desarrollar una normatividad ética como forma de garantizar la competitividad y la permanencia en el mercado a largo plazo.





[i] Savater, Fernando (1998), La dimensión ética de la empresa, Fundación Social y Siglo del Hombre, Bogotá.
[ii]Cortina, Adela.(1998), Ética de la empresa, Trota, Madrid.
[iii]Harvard Business School (1993)  Can Ethics be Taught? Perspectives, Challenges, and Approaches at Harvard Business School
[iv] Ortiz Ibarz, José Ma. (1995), La hora de la ética empresarial, McGraw-Hill/Interamericana
de España, Madrid.
[v] Pérez López, Juan Antonio y otros (1998), Liderazgo y ética en la dirección de empresas. La nueva empresa del siglo XXI, Deusto, Bilbao.
[vi]Kliksberg, Bernardo. Hacia una nueva etica empresarial. En: http://www.redunirse.org/files/Hacia%20una%20nueva%20%C3%A9tica%20empresarial.pdf. Revisado el 04/10/2011.

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